En un mundo obsesionado con etiquetar un género en constante
evolución, Felix da Housecat se dedica a hacer bailar a la gente. Es uno de
esos raros personajes carismáticos, cuya excentricidad musical y mental
proviene de un lugar genuino.
Primero seducido por la música electrónica cuando la música
house surgió por primera vez en su natal Chicago en 1984, el joven Felix pronto
se encontró atrapado en un cambio de paradigma musical que fomentó una obsesión
de por vida. "Fue como un movimiento cultural”.
Felix comenzó a re-lanzar la música en 1993. Él aterrizó,
como un gato, en sus pies con algunas de sus producciones más tempranas. "Cuando
la gente comenzó a entrar en mi sonido, me lo empecé a tomar en serio",
explica. Creció hasta convertirse en uno de los nombres más codiciados del
techno, con un sonido influenciado en gran medida por DJ Pierre.